Huida de Sobremonte

Cuando los ingleses se apoderaron de Buenos Aires, y mientras Liniers preparaba la reconquista, Sobremonte partió para Córdoba en una huida poco digna y se llevó el tesoro que sólo llegó hasta Luján, donde fue confiscado por una partida de soldados ingleses, el 30 de julio de 1806.
En 1938, Viernes Scardulla, timador célebre, anunció que había descubierto el tesoro de Sobremonte en un sótano de Venado Tuerto: era un engaño para esquilmar crédulos, pidiendo anticipos sobre la recompensa. Nadie dudó de la verosimilitud del cuento.
En 1810, un grupo de españoles que acompañaba a Liniers en Córdoba trataba de alcanzar al ejército realista del Alto Perú para reprimir el foco sedicioso porteño. Se denunció entonces que se habían llevado unos cuarenta mil pesos de las cajas públicas para comprar soldados (que sin embargo se pasaban al bando patriota), por lo que el grupo fue acusado de desfalco.